Días después del enésimo ‘Partido del Siglo’ podemos ver con cierta
perspectiva lo que dio de sí el Clásico. Todo el planeta futbolístico
esperaba ver un duelo en lo más alto, una lucha de titanes, dos equipos
muy trabajados en todas las líneas dando el todo por el todo sin
guardarse nada. Nada más lejos de la realidad. Aún teniendo reciente las
finales de la Copa de SM el Rey, y la Supercopa de España, dónde si se
vio un choque igualadísimo, se aparecieron ciertos fantasmas del pasado
recordando aquel partido, sí, el de la manita, de infausto recuerdo para
el madridismo militante.
Cristiano, uno de los más criticados, volvió a dar argumentos a
aquellos que le critican que se esconde en las grandes citas. Estuvo
fallón, egoísta y poco acertado a la hora de tomar decisiones; el balón
que manda a la derecha del poste, con Valdés vendido, teniendo un pase
fácil a Di María, sentó muy mal a cierto sector blanco, que anda ya un
poco cansado de tanto egocentrismo del portugués. Ciertamente, este
egocentrismo nace de la constante comparación con el astro argentino del
Barça. Ronaldo sabe que hoy por hoy, Messi está varios peldaños por
encima suyo, algo que le carcome por dentro. De ahí nacen esas ganas de
acaparar todos los focos, sin darse cuenta que los logros personales no
son nada si no van acompañados de logros colectivos. De hecho seguro que
fríamente, estará pensando que habría sido mejor dársela al ‘fideo’ y
ponerse 2-0, resultado más difícil de levantar.
Otro de los que contra el equipo de Guardiola no rinde como se le
supone es Iker Casillas. El que para muchos es el mejor portero del
mundo, deja mucho que desear cuando se mide al equipo blaugrana. Y es
que Messi se los ha marcado ya de todos los colores: por debajo de las
piernas, de vaselina, tiros cruzados... En numerosas ocasiones los goles
vinieron forzados por malas acciones del mostoleño, más que malas
acciones, no tan buenas como a las que nos tiene acostumbrados. Y aunque
Messi no marcó el sábado, se volvió a ver a un Iker nervioso e
inseguro.
Otra de las claves de por qué el Madrid dio esa imagen tan pobre,
sobre todo en la segunda parte, es que no cree en su juego (cuando juega
contra el Barça), ese Madrid de toque y transiciones rápidas que
arrolla a sus rivales, se convierte en una caricatura de equipo sin
ningún orden táctico, con pases imprecisos y balonazos innecesarios. La
situación les sobrepasa a la gran mayoría de los jugadores blancos, sólo
la sangre fría de Benzema y la clase de Alonso no se ven prácticamente
mermadas, pero el rendimiento de Cristiano, Di María, Özil, Marcelo y
algún otro, deja mucho que desear.
Analizándolo con detenimiento los partidos que el Madrid ha hecho
más daño al Barcelona (era Mou) ha sido con el tan denostado trivote, y
presionando muy arriba. Los dos peores partidos (era Mou) que ha hecho
el conjunto blanco frente al blaugrana tienen precedentes comunes: el
‘Mou Team’ venia encadenando una racha de victorias y buen juego, por lo
que crecía el sentimiento de que jugándole de tú a tú al Barcelona, se
le podía ganar. Y nadie duda de que se puede hacer, pero si lo haces,
tienes que tener muy claro a lo que juegas, tener templanza, mente fría y
algo de suerte, por supuesto. Pero viendo el nerviosismo que una
zamarra blaugrana provoca en los jugadores blancos; la mejor opción si
no quieres salir humillado, es desactivar su centro de operaciones (el
centro del campo) con un buen trivote, presionando muy arriba su salida
de balón y manteniendo juntas las líneas cuando empiecen a tocar y
tocar…
Todo esto nos lleva a la conclusión de que en el equipo madridista se
está empezando a tener cierta obsesión en ganarles, en demostrar que
son la alternativa a la dictadura que Pep Guardiola lleva imponiendo
desde hace tres años. Ya solo queda esperar, cicatrizar rápido y volver a
empezar. El más que posible triunfo del Barça en el mundialito de
clubes, no ayudará.
Artículo publicado por @yeraydel10
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La clave de las derrotas que sufre en los últimos años el Madrid contra el Barça esta en el medio campo, nos superan en calidad e incluso en cantidad de efectivos en esa situación del campo.
ResponderEliminarMou un regular entrenador en mi opinión , los grandes entrenadores se ven en estos partidos no contra el Rayo o el Coruña, no encuentra la clave para desactivar ese medio campo .
Los Madridistas de pro no se pueden conformar con este juego ramplón y menos en una liga que se pierde tan pocos partidos
Pero referente a ese trivote hay que tener mucho cuidado ya que es muy facil acabar con uno menos dada la excesiva dureza con la que se emplean los jugadores blancos. Porque considero que, aunque muchos aficionados merengues se han quejado,la verdad es que el Madrid tuvo mucha suerte de no terminar los partidos con al menos dos jugadores menos.
ResponderEliminarLa dureza de los jugadores del Madrid es un claro sintoma de impotencia
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